lunes, 28 de octubre de 2013

Un semáforo en rojo es para pararse



(Imagen de Wendy)


La frase que encabeza esta entrada es una obviedad. Lo sé. Y, sin embargo, no lo es. Voy a intentar explicar por qué lo digo…

El otro día volvía a casa en moto –me encanta ir en moto por Barcelona- y tuve que parar en un semáforo. Normalmente, cuando esto sucede estoy casi dando gas y preparándome para salir lanzada en cuanto la luz se ponga verde, voy pensando en mis cosas y deseando llegar lo más rápido posible allá donde voy. Pero esta vez no. Esta vez, por el contrario, me pareció escuchar una voz interior que decía: “Elena, un semáforo en rojo es para pararse”. Y me quedé pensativa. “Un semáforo en rojo es para pararse”. Para parar la retahíla de pensamientos que me invaden. Para mirar alrededor. Para observar. Para respirar. Para disfrutar de estar parada. La luz roja del semáforo dura un instante –nunca he sabido cuánto- pero es un instante que jamás había pensado que podía aprovechar para disfrutar.

Después, al llegar a casa, recordé que hacía un tiempo había leído algo sobre los semáforos en rojo, en un libro de Thich Nhat Hanh*. Y lo busqué. Y lo encontré. Proponía, este monje budista, realizar una meditación al volante. Recordar que, cuando te subes en el coche –o en la moto, en este caso- la máquina y tú sois uno. “Al usar un instrumento o una máquina cambiamos. Un violinista con su violín se convierte en algo muy hermoso; un hombre con una pistola en algo peligroso. Cuando utilizamos el coche somos nosotros con el coche.” Plantea Thich Nhat Hanh que solemos tomarnos el semáforo en rojo como un enemigo que nos impide llegar a nuestro destino y propone, en cambio, “considerar que el semáforo en rojo es como una campana de conciencia que nos recuerda que debemos regresar al presente. La próxima vez que os encontréis con un semáforo en rojo, sonreídle, por favor, y volved a vuestra respiración. Inspirando tranquilizo mi cuerpo. Espirando sonrío. Es fácil transformar un sentimiento de irritación en un sentimiento placentero. Aunque sea el mismo semáforo en rojo, será distinto. Se habrá convertido en un amigo que os ayudará a recordar que solo podéis vivir vuestras vidas en el presente.”

No sé si la voz interior que escuché era un eco de las palabras de Thich Nhat Hanh que había leído hace tiempo, pero sí sé que, desde ese momento, cada vez que me encuentro frente a un semáforo en rojo, sonrío, inspiro, espiro y doy las gracias por el aquí, por el ahora. Un semáforo en rojo se ha convertido, pues, en una buena noticia...



(* El libro de Thich Nhat Hanh se titula “Hacia la paz interior” y está editado por Random House Mondadori, en su colección DEBOLS!LLO).

lunes, 21 de octubre de 2013

Decidí triunfar


"Y así, después de mucho esperar, un día como cualquier otro decidí triunfar.
Decidí no esperar a las oportunidades, sino yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una oportunidad para ser feliz.
Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades,
y que enfrentarlas era la única y mejor forma de superarlas.
Aquel día descubrí que no era el mejor
y que tal vez nunca lo hubiera sido.
Dejó de importarme quien gana o pierde.
Ahora me importa simplemente saber mejor qué hacer.
Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir.
Aprendí que el mejor triunfo es poder llamar a alguien “Amigo”.
Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento;
 el amor es una filosofía de vida.
Aquel día dejé de ser el reflejo de mis escasos triunfos pasados
y pasé a ser una tenue luz en el presente.
Aprendí que de nada sirve ser luz
si no iluminamos el camino a los demás.
Aquel día decidí cambiar tantas cosas…
Aquel día aprendí que los sueños existen para hacerse realidad.
Y desde aquel día ya no duermo para descansar…
ahora simplemente duermo para soñar."

(Walt Disney)

sábado, 19 de octubre de 2013

Eres bueno en tu esencia




“Si partes de la visión de que eres bueno en tu esencia en vez de la que te dice que tu esencia tiene algún defecto, al hablar o actuar, al evitar algunas cosas, empezarás a tener una comprensión creciente de que no eres una mala persona que necesita mejorar, sino que realmente eres una buena persona con hábitos que te están causando mucho sufrimiento pero que son temporales y susceptibles de cambiar. Y gracias a ese espíritu te puedes ir familiarizando con esos hábitos temporales pero fuertemente arraigados. Podrás verlos con tanta claridad y tanta compasión que no seguirás reforzándolos.”

(Pema Chödrön)

jueves, 17 de octubre de 2013

Movember


Hoy quiero hablar de la campaña Movember, que trata de recaudar fondos para la investigación contra el cáncer de próstata a través de acciones muy concretas y originales como la de que los hombres se dejen crecer un bigote durante el mes de noviembre, hacerse simpatizante de la causa o realizar una donación (aquí). Podéis encontrar más información en su página web. ¿Quién se apunta?




miércoles, 16 de octubre de 2013

Give me love




Give me love
Give me love
Give me peace on earth
Give me light
Give me life
Keep me free from birth
Give me hope
Help me cope, with this heavy load
Trying to, touch and reach you with,
heart and soul

OM M M M M M M M M M M M M M
M M M My Lord . . .

PLEASE take hold of my hand, that
I might understand you

Won't you please
Oh won't you

*******

Dame amor
Dame amor
Dame paz en la tierra
Dame luz
Dame vida
Hazme libre desde el nacimiento
Dame esperanza
Ayúdame a afrontar esta pesada carga
Tratando de tocarte y alcanzarte con
el corazón y el alma

Om mmmmmmmmmmmmm
Dios mío. . .

Por favor, toma mi mano, para que
 pueda comprenderte

¿Lo harás? por favor…
¿lo harás?



(Qué grande George Harrison)